El ámbar es una de las denominadas gemas orgánicas (gemas que se forman a partir de compuestos orgánicos usualmente fosilizados, como el marfil, la madera fosilizada, las perlas y el coral), que tiene colores que van desde el marrón claro, amarillo y naranja hasta los menos comunes como el verde, azul y negro (conocidas como ámbar de colores oscuros).

El Ámbar

El ámbar está compuesto por resina vegetal fosilizada, aunque ésta tiende a ser confundida con la sabia, la verdad es que no es lo mismo. La resina es un mecanismo de defensa de cierto grupo de árboles en particular, mientras que la sabia es mejor definirla como un líquido que usan algunos árboles para nutrirse.

Una de las características más curiosas del ámbar es que flota en al agua salada (su nombre en árabe, ámbar “lo que flota en el mar), su nombre realmente nació de una analogía al ámbar gris.

Los diferentes colores del ámbar se crean dependiendo del tipo de árbol que dejó la resina, aunque independientemente del color siempre conserva una transparencia parcial o claramente acentuada. Como la resina depende absolutamente del ecosistema vegetal de la zona que se fosilizó con los años, las propiedades del mismo (no solo el color) varían según la zona de donde es extraído.

Entre las cualidades de este material destaca lo ligero que es, en comparación con el resto de los materiales orgánicos denominados como preciosos, el ámbar es el más liviano de todos ellos.

Por si fuera poco el ámbar posee una característica particular que lo diferencia del resto de las piedras preciosas, es que dependiendo de lo que estuviera sucediendo con el árbol en el momento que secretara su resina, en ella pudieron quedar encapsuladas diferentes muestras prehistóricas, como porciones de polvo, flores minúsculas, semillas, hojas y lo más impresionante ¡Animales!, como pequeños insectos e incluso lagartijas y ranas que son para la paleontología de carácter altamente valioso. Los elementos encapsulados y fosilizados en el ámbar conservan incluso muestras intactas de ADN, a esto se le llama inclusión del ámbar.

Como ninguna piedra preciosa puede tener realmente un aura de misticismo completa sin una buena historia pues el ámbar no es la excepción.

Cuenta la leyenda que Faetón hijo del dios del sol Helios viajó para conocer a su padre, el cual se encargaba de dirigir la carreta que traía consigo el amanecer y el anochecer, razón por la cual nunca podía verlo.

Aunque ciertamente la formación del ámbar no es exclusiva de una zona, solo existen alrededor de 20 lugares en donde el ámbar se produce de tal manera que su minería es sustentable y sus propiedades varía según el lugar del que se extraiga.